sábado, 5 de enero de 2013

#Para que te pierdas con él.

Recuerdo todo eso como si se tratase de ayer. Recuerdo como rutilaban sus ojos a la luz de la luna mientras prometía infinitos que quedaban remididos a nada. Recurerdo su forma de líar cada Virginia que nos fumamos y como me acabé volviendo adicta al humo de sus cigarros. Recuerdo haber olvidado toda esa mierda de saber aguantar, de historias de nadie, de lágrimas que llegaban a ser dulces si era él quien las secaba. Recuerdo esas cervezas, esas madrugadas suicidas, esas igneas caricias. Todo eso de que él podía llegar a ser ese puto único motivo de llegar a ser, era algo con lo que contaba cada vez que me llamaba “pequeña” y me hacía creer que podía brillar hasta en la sombra de su sonrisa. Lo que aún habita en mi de todo lo que me dio, es eso que me enseñó de saber tener el corazón de león y saber entender lo que esto significaba, intentó hacerme creer en mí y lo peor es que casi lo consigue.#
{AmostÉlah.}

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