jueves, 19 de abril de 2012

#Que los tragos a esa botella de Martini Blanco sin compartirlos contigo, no son lo mismo...~

Fuimos nosotros los que creamos esto. Este odio, esta mierda que sentimos cada vez que nuestras miradas se cruzan inesperadamente. Y no valemos para echarnos de menos ni aunque sea a ratos, ni aunque sea lo que realmente sentimos. No valemos para hablar y al menos aclarar todo esto que se acabó mal en un diecinueve como hoy. Y llegaron los momentos en los que dejábamos mil conversaciones a medias. En los que los abrazos y besos se redujeron a nada. En los que las lágrimas ya no me las secaban las manos de las que colgaba él único hilo de esperanza de que todo esto funcionara; ya no soy capaz de brillar en la sombra de su sonrisa. Estaba claro; me autoconvencí de una mentira, parece que estoy acostumbrada a hacerlo. Aún así, aunque haya pasado un mes ya de todo eso sigo echando de menos a la única razón por la que aún me parecía que merecía la pena respirar. No sé ser sin él, pero aún así le debería de dar las gracias otra y otra y otra vez, se lo sigue mereciendo más que nadie.

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