jueves, 19 de julio de 2012

#Dos interminables años


Y tras dos paquetes de pañuelos y otra tableta de chocolate más sigo sin ser capaz de reaccionar ante todo. Mi razón está ahí, intentando asimilar lo que ha visto, pero no es capaz de creer lo que sus ojos vieron horas atrás. Mi rostro refleja todo lo vivido. Pálida como jamás antes me habían conocido. Sin alma, sin ganas, sin nada. Rabia, impotencia, gritos ahogados en un silencio tan suicida como este. Pasos dados en balde. Echar a correr hasta que las piernas fallan. Sin saber cómo seguir adelante. Los cortes en mis muñecas son los únicos que demuestran las malas formas de evadirme que uso. Y se llega el día después y solo soy capaz de encerrarme en mi habitación con la música a tope en los cascos y ahogarme con mis lágrimas. No puedo, juro que no puedo seguir con esto. Y no soy capaz, pero me gustaría creer que esto es solo una pesadilla que me deja destrozada; una pesadilla que no soy capaz de creerme. Y solo espero que sepas que allí donde estés ahora te voy a echar de menos. Que sea como sea, tú vas a seguir aquí a mi lado para darme todo lo que no me dio nadie antes. Y que sea como sea te seguiré queriendo. “Me cuesta asimilar que te fuiste sin despedidas después de media vida. Te echaré de menos, abuelo. Te quiere, Élah; tu Élah.”
Y hoy justo hoy, un 19 de Julio hace dos años de todo esto, de cada sensación y de la mala experiencia. Parece que fue ayer cuando me despedía de ti por última vez; pero te sigo queriendo igual, allí dónde estés espero que lo sepas…~
{AlmostÉlah.}

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